Otro de los puntos de Japón que no solemos visitar en la mayoría de los viajes por estar más alejado de las rutas habituales es la isla de Okinawa.

Se puede acceder a Okinawa en solo 2 horas y 30 minutos en avión desde Tokio y a 2 horas y 15 minutos desde Osaka (Itami).

Se trata de uno de los destinos favoritos de los japoneses debido a su pasado histórico, sus arrecifes de corales, sus impresionantes playas y su vegetación subtropical. El lugar perfecto para terminar un viaje a Japón y descansar unos cuantos días.

¿Qué podemos ver en Okinawa?

• El Santuario Naminoue es uno de los principales lugares turísticos de Naha, sede de la Prefectura.
• El Templo Sogenji donde descansan los antiguos reyes de Okinawa de la Dinastía Ryukyu.
• Puerta de la Cortesía, la segunda puerta del Castillo de Shuri construido durante el reinado del Rey Shosei.
• El Parque Cuasi Nacional de Okinawa Senseki donde encontraremos monumentos monumentos dedicados a la memoria de los muertos en la Segunda Guerra Mundial.
• Alrededor de la isla principal se encuentran islas más pequeñas rodeadas de aguas cristalinas y arrecifes de corales, un sitio ideal para realizar submarinismo.