Penúltimo día de nuestro viaje por Roma y Nápoles con nuestra hijas. Despues de Pompeya y Herculano estábamos un poco cansado, así que este día decidimos visitar dos pueblos: Sorrento y Massa Lubrense, ambos a pocos kilómetros de nuestro apartamento.
No puede haber localidades más opuestas en el mundo: Massa Lubrense, un pueblecito tranquilo con un coqueto puerto y alguna cafetería para tomar un café espresso de manera relajada, y Sorrento, el pueblo más turístico de la zona con hordas de turistas, cruceros, autobuses turísticos, tráfico etc…
A Massa Lubrense fuimos por la mañana a primera hora a tomar un café tranquilamente, y luego volvimos al atardecer a recorrer un pequeño paseo marítimo (unos bloques de cemento mal puestos) para que las niñas cogieran el sueño.
A Sorrento fuimos al medio día para comer en algún restaurante de la zona. Tuvimos mucha suerte, y a la entrada del pueblo (viniendo de Massa Lubrense) encontramos un parking muy cercano a la zona turística, por lo que conseguimos evitar el típico atasco que se forma todos los días en esta localidad. Recorrimos sus calles atestadas de gente y tiendas «atrapa turistas» y terminamos comiendo en un pequeño restaurante típicamente italiano que no fue nada caro. Finalmente fuimos a un Carrefour Espress a comprar un poco de Limoncello (estaba realmente más barato), el licor típico de la zona.
Por la noche volvimos a pedir unas cuantas pizzas a domicilio a un restaurante cercano, y nuestro día acabo muy pronto, sobre las 9 de la noche, durmiendo como siempre a las niñas. Al día siguiente teníamos de nuevo un viaje en coche hasta Roma para tomar el avión de vuelta.
Deja una respuesta